Obtenido del cogollo de varias especies de palmera, en particular del cocotero, la jasará, el azaí, el pijuayo o pejibayo y una variedad de moriche de la especie Mauritia minor, el palmito fue producido y exportado principalmente por Brasil.
Los palmitos se encuentran entre la terminación del tronco y el nacimiento de las hojas de la palmera, una especie de vaina esconde los tiernos palmitos.
Generalmente los encontramos en conserva, un cilindro de color marfil, con un sabor delicado y dulce, muy suave en su textura y ligeramente crujiente.
También se pueden encontrar frescos, pero estos necesitan una cocción previa para ser consumidos y así eliminar su sabor amargo.
Son ideales en ensaladas, como aperitivo o guarnición, regados con una salsa o vinagreta.
